Para nadie es un secreto que el fútbol es una pasión de multitudes que despierta profundos sentimientos y que lastimosamente en muchas oportunidades desencadena en hechos violentos.
El fútbol colombiano no es ajeno a esta realidad, en el 2013 se presentaron muchos hechos lamentables debido a las confrontaciones entre barras bravas de los principales clubes de fútbol del país, dentro y fuera de los estadios. Pero el pasado viernes en la Plaza de Bolívar de Bogotá, se presentó un hecho digno de admirar, aplaudir y repetir en todo el país.
Con motivo de la manifestación en apoyo al Alcalde Petro, se conglomeraron en dicha plaza sindicatos, comunidades indígenas, animalistas, representantes de la Alianza Verde, la comunidad LGBTI, recicladores, trabajadores sexuales, familias completas y gente del común expresando su inconformismo con la decisión tomada por el Procurador General de la Nación de destituir e inhabilitar a Gustavo Petro por 15 años.
En dichos grupos, sobresalían las barras bravas de Millonarios, Santa Fe y Nacional, muchos pensarían que la manifestación terminaría en una gresca entre estos, pero no, al contrario sus integrantes dieron un gran ejemplo de convivencia como nunca antes vista en el país, a tal punto que alentaron al tiempo la permanencia del mandatario en la Alcaldía Mayor de Bogotá.
Un gran ejemplo que no fue resaltado por los grandes noticieros y medios del país, debido tal vez a que no hubo sangrientas escenas con heridos, peleas y hasta muertos.