Todo comenzó cuando dos aficionados ingresaron a la sede deportiva de Barlovento, ubicada en Piedecuesta, donde se concentraba el Atlético Bucaramanga previo al compromiso, en busca de los jugadores para amenazarlos.
“Entraron a la sede para amedrentar y amenazar, ya los futbolistas estaban en las habitaciones y no pudieron tener contacto con ellos. Un hincha, al no encontrarlos, le pegó con un casco al bus del club y luego huyeron en una moto”, dijo a Vanguardia.com William Flórez, gerente Deportivo del Atlético Bucaramanga.
Ya en el recorrido, cuando los jugadores se dirigían al estadio Alfonso López, un grupo de aficionados le lanzaron unas bolas de pintura al bus, a la altura del viaducto García Cadena, lo que originó una maniobra peligrosa por parte del conductor en la vía y pánico por quienes iban en el vehículo.
“Eso no se concibe. Pudo ocurrir una tragedia por la velocidad en que íbamos, el bus se pudo hasta volcar. Se buscará aumentar las medidas de seguridad en los recorridos con la Policía Nacional. Nosotros somos seres humanos y tenemos familia. No pude ser que desadaptados afecten al equipo”, expresó Flórez.
Asimismo, durante el partido se escucharon canticos en contra de los jugadores, por parte de un sector de las barras. “Gritaban que se vayan todos”, comentó el Gerente Deportivo.
La directiva del ‘amarillo’ agregó que se busca identificar a los agresores para instaurar la denuncia pertinente.
Cabe recordar que Atlético Bucaramanga le ganó 3-0 a Cortuluá, el pasado domingo, por la tercera fecha de los cuadrangulares.
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