Los aficionados han tenido buen comportamiento en las tribunas, pero qué pasará cuando termine el Mundial con las barreras de protección. El Pascual piensan mantenerlo tal como está. ¿Funcionará?
Después de dos semanas del inicio del Mundial de Fútbol Sub 20, el comportamiento de los hinchas en los estadios del país es irreprochable. A la fecha, no se ha presentado disturbio alguno, pero otra situación podría darse al empezar el torneo clausura de la Liga Postobón.
¿Será posible controlar las barras para que no se metan a la cancha? ¿Será posible evitar que los hinchas de los equipos contrarios se agredan? ¿Podrá la Policía controlar una posible trifulca sin la ayuda de las vallas de seguridad? Estas preguntas flotan en el aire al saber que Colombia acató las recomendaciones de la Fifa para retirar las vallas de seguridad que separan las graderías de la cancha en los estadios.
Y aunque hace poco, en la final del torneo apertura, no se presentaron disturbios en los partidos estando ya los estadios sin las vallas, unas semanas después, en el juego de cuartos de final de la Copa Postobón disputado entre Nacional y Huila sí los hubo. La duda se acrecienta entonces. Para el caso del Pascual Guerrero, en Cali, ¿será necesario montar la valla al terminar el Mundial o no?
Según el subcomandante de la Policía Metropolitana de Cali, coronel Wilson Barón, las posibilidades de que un incidente de estas proporciones se presenten en el Mundial, cree él, son mínimas. “Los hinchas son diferentes, es un evento diferente”. Barón piensa en el Mundial como el examen final para saber si la valla de seguridad debe desaparecer para siempre.
Sin embargo, pase lo que pase, la valla de seguridad se quedará abajo al terminar el Mundial. El secretario de Deporte de Cali, Diego Cardona, confía en que intensificando los operativos de control, organizando a la barras bravas y gracias a un complejo sistema de seguridad soportado en cámaras de video, los nefastos incidentes barriales irán disminuyendo. “De no ser así, se procederá a penalizar a los instigadores y participantes de los desmanes según el nivel de los disturbios generados: cerrar tribunas, sancionar individualmente y otras medidas. La última opción es montar la valla de seguridad de nuevo”, sentencia Cardona.
Así mismo piensa el presidente del Deportivo Cali, Fernando Marín. “La valla no debe existir para que el espectáculo del fútbol se pueda apreciar mejor. Por eso hay que endurecer el sistema de penalización para que la gente no se meta a la cancha”.
No obstante, la situación podría desbordarse fácilmente al empezar la próxima Liga Postobón. De acuerdo con un exbarrista del América de Cali que por motivos de seguridad prefiere la reserva de su identidad, la cultura del barrista colombiano no permitirá que el fútbol se desarrolle con normalidad en los estadios del país sí las vallas de seguridad siguen abajo.
“El código del barrista colombiano es muy complejo. Viene de Argentina y se basa principalmente en la pelea. En los partidos las barras bravas están siempre a la espera del ‘papayazo’ de la barra contraria para poder cogerle las banderas, los trapos. Sin la valla la gente se va a desbordar”.
De otro lado, el barrista asegura que la drogadicción, que es un tema recurrente al interior de estos movimientos, incrementa las posibilidades de disturbios durante los partidos. “Cuando un joven ve a su ídolo y además tiene algún alucinógeno en la cabeza, de seguro se va a meter a la cancha”. Situación contraria a la que sucedió hace unos días cuando James Rodríguez quiso celebrar con la fanaticada en las gradas luego de anotar un gol contra Malí en El Campín. Las cosas no se tornaron de otro color y la Policía pudo controlar la situación rápidamente.
Sin embargo, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, insiste en que las vallas de seguridad no volverán a estar de pie en los estadios: “Si después de ver el estadio que tenemos, las barras siguen dañando y causando alboroto, es porque seguimos en la era de los cavernícolas”.
Reglamento Fifa
El siguiente es el apartado del reglamento de la FIfa que comprende el tema de las vallas de seguridad:
1. Se recomienda retirar las vallas periféricas y las pantallas del terreno de juego en los estadios de fútbol, aunque se reconoce el hecho de que existen lugares en los que las autoridades locales insisten en tales barreras.
2. Se prohibirá el acceso al terreno de juego a toda persona no autorizada. La protección podrá consistir en una valla elevada de aprox. 2.20 m o un foso infranqueable, o una combinación de ambos. Con la previa autorización de las autoridades de seguridad locales, la seguridad interior podrá garantizarse igualmente por otros medios apropiados.
Según Gustavo Adolfo Chávez, líder de una barra brava, el objetivo de realizar el pacto de no agresión es una garantía tanto para la ciudadanía como para los turistas.